La hemofilia es una condición hereditaria que afecta la capacidad del cuerpo para coagular la sangre de manera adecuada. Esto significa que las personas con hemofilia pueden experimentar sangrados prolongados, incluso ante heridas menores, lo cual puede llevar a complicaciones graves si no se trata correctamente. Este trastorno ocurre debido a la falta o el mal funcionamiento de ciertos factores de coagulación en la sangre, específicamente el factor VIII o IX.
En casos raros, una persona puede desarrollar hemofilia en el futuro. La gran parte de los casos conciernen a personas de edad avanzada o de mediana edad, o a mujeres jóvenes que acaban de tener un bebé o están en los últimos momentos de su gestación. Esta condición a menudo se resuelve con el tratamiento adecuado.